noviembre 08, 2009

El realismo


El realismo en la literatura nació como una respuesta a la fantasía del romanticismo que hasta el siglo XIX se venía viviendo. Los románticos tuvieron la tendencia de dejarse influenciar por sus emociones y mostrar un mundo imaginario, tratando de buscar algo diferente a la vida cotidiana. Pero con el realismo, esta visión sufrió un cambio importante, pues ya dejaron de interesarse por ese mundo subjetivo del realismo, sino más bien centrarse en la sociedad y sus problemas, para llamarlo de otra manera, su entorno cotidiano, con sus problemas, expectativas y demás.

Ellos trataron de mostrar la realidad tal cual se presentaba, modificándola lo menos posible, mostrando en sus relatos a gente común y corriente, relatando asuntos que podían suceder de la manera más detallada posible. Los novelistas de este tiempo además tuvieron una finalidad didáctica, ya que escribieron sobre los problemas y anti-valores de la sociedad de su tiempo para tratar que se dieran cuenta de sus errores, creando conciencia social, es por esta razón que mostraron bastante bien la psicología de los personajes, como es el caso de Flaubert.

Por otro lado tenemos también a la novela realista, el subgénero por excelencia del realismo. Las novelas tendían a ser de gran extensión, para que además de poder presentar una trama larga, tener la posibilidad de desarrollar su minuciosidad en las características que querían incluir en sus obras. Luego, quisieron incluir los pensamientos de todos los personajes, pudiendo conocer el lector sus intenciones inclusive antes de que las hubiesen confesado. El autor de la obra jugaba un papel del ser que todo lo sabe y que quería de alguna manera nosotros lectores nos enteremos de lo que iba a suceder en la obra, dejando siempre a la expectativa.

Muchas de las novelas de este tiempo no fueron presentadas en un solo tomo, sino que se publicaban en los diarios, como una especie de capitulos de novelas, en los cuales dejaban al lector con ganas de seguir leyendo.


Por último, tuvieron una innovación que fue el estilo indirecto libre. En esta técnica, el escritor trato de reproducir exactamente el pensamiento del personaje, usando el habla coloquial y obviando frases tipo introducción como: Él pensó:, o Y luego anunció:, etc. De esta manera se lograba conectar más con el personaje y se presentaba de una manera más cercana la psicología del personaje.